No importa cuanto dinero nos hayamos gastado en un ordenador, cuánto dinero hayamos invertido, llega un momento en el que va a fallar y es importante estar preparado para ello. No hablamos aquí de sistema de copia de seguridad, sino más bien de sustituir nuestro equipo por otro y seguir trabajando como si no hubiera pasado nada.

Para ello tenemos que pensar en las características de nuestro equipo, de los periféricos y aplicaciones que tiene instalada y qué información podemos recuperar. No basta con tener otro ordenador disponible, también tendremos que tener instaladas las aplicaciones básicas de nuestro día a día.

Cuanto menos dependamos de nuestro hardware mejor, porque si en lugar de una impresora conectada de forma local, la tenemos instalada en red será más fácil el cambio. Lo mismo si en lugar de tener la aplicación en local la tenemos en el servidor o en la nube. De esta forma lo único que necesitamos es tener claro cómo actuar en el momento del fallo.

Porque lo ideal es poder seguir trabajado, sobre todo si tenemos clientes a los que atender, para poder salir del paso, aunque la productividad se resienta. Si nos ocurre en un momento que no tenemos mucho trabajo no hay problema, pero si ocurre en un momento de pico de tareas es importante tener claros los pasos a seguir para tratar de recuperar la normalidad lo antes posible.

Por mucho que tengamos un servicio técnico, si no tenemos un plan de contingencia que determine cómo vamos a actuar lo cierto es que nos encontraremos con todos los inconvenientes que no habíamos evaluado y tardaremos mucho más de lo que pensábamos en recuperar la normalidad. Lo que no podemos hacer es pensar que nunca nos van a fallar los sistemas informáticos que tenemos y no prepararnos para dicho momento.

Vía Pymes y Autónomos | Pymes y Autónomos